jueves, 19 de septiembre de 2013

A veces, hace falta caer bajo.


Y entonces, cuando las cosas ya no pueden ir peor. Van peor. Discusión tras discusión, problema tras problema, insulto tras insulto. Solo queda aguantar. Aguantar esas ganas de llorar, de enviarlo todo a la mierda y gritar. Gritarle al mundo que ya no puedo mas, y suplicarle que no sea tan duro. A veces piensas que el mundo te tiene sobre-valorada, que espera demasiado de ti, que ya no puedes mas. A veces simplemente te limitas a esperar, a sentarte y ver como pasan las cosas sin decir nada. Tan solo observas, sin dar ninguna pista de todo el remordimiento. Te levantas por rutina y te acuestas por un cansancio constante. Duele ver como para algunos la vida es tan fácil. Cuesta tener que decir día a día que estas bien, que eres feliz, cuando realmente, solo buscas a alguien que sepa descifrar los gritos que oculta tu mirada. Esa mirada triste, ahogada, esa mirada que hace mucho tiempo se cansó de llorar.
Y aunque duela, cueste y frustre, sacas tus mejores sonrisas, haces como si ya no pasara nada, como si cuando volvieses a casa los problemas no existiesen.
Que hay días que sales a la calle mientras te escuecen las lágrimas en los ojos, pero no sabes como lo haces, pero siempre te las ingenias para que nadie lo note.
Que cuando vuelves a casa y ya no aguantas te encierras en donde seas y lloras. Que te haces mil y una heridas en los brazos para no pensar tanto en esa vida que te espera fuera, si es que se le puede llamar vida.
Por una parte piensas que te mereces todo lo que te esta pasando, pero por otra parte se te ocurren a mil personas con vidas excelentes que se merecen lo mismo que tú estas pasando ahora. Te jode ¿A que si? Lo sé, te entiendo.
Sueltas risas amargas mientras te das cuenta de que a veces los problemas no solo se limitan a la vida social, al chico que te trae loca, o a tu mejor amiga. No. A veces los problemas vienen por otro tiro, y no puedes contarlos. Básicamente porque te da vergüenza y prefieres no decir nada. Aun que sabes que eso es peor para ti.
Te cuesta pensar en positivo, porque todo va cuesta abajo. Miras tu camino y ves una bajada sin fin, y te amargas. Te vuelves fría, te vuelves antipática y tus sonrisas sinceras son solo recuerdos borrosos de tiempos mejores.
Se que estas cansada de todo esto, se que ya no puedes mas y que te jode que no te quede otra que seguir bajando y bajando. Que estas cansada de comerte marrón tras marrón. Que estas cansada de tu vida. Que ya no puedes mas. Que cuanto mas te hundes, mas te ahogas.
Se lo que se siente, pero ¿sabes? cuando la cuesta abajo termina, y estas en lo mas hondo de lo mas hondo, es cuando ves luz. Y a veces, hace falta caer muy bajo, para llegar muy alto, y así, valorarlo.

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